La aparición de la Nintendo 64 fue una verdadera revolución en su tiempo, no se puede negar; pero, hoy en día, ha quedado como reliquia para los aficionados más puristas del género. Alabada por todos, sin embargo fue abandonada por muchos cuando el mercado de las videoconsolas empezó a evolucionar, cosa que no ocurrió mucho tiempo después como con todo lo que ha conllevado la revolución tecnológica. Así, a pesar de que fue puntera en el momento de su invención, la Nintendo pronto quedó obsoleta, no porque otras fueran mejores, sino porque ofrecían otros servicios que de pronto desviaron la atención de su función puramente gráfica.

En la actualidad, las videoconsolas se han convertido en verdaderos centros de entretenimiento, y no solo en cuestión de videojuegos. Es cierto que estos últimos han ido mejorando de forma exponencial en cuestión de gráficos y efectos visuales, llegando hasta ellos tecnologías como el 3D y el 4K, y lo que tenga que llegar; pero el añadir a las consolas otras funciones que no tenían que ver directamente con la industria del videojuego las fue alejando poco a poco del que era su principal objetivo, para el que fueron creadas. El reproductor de DVDs, el de MP3s, y más tarde la inclusión del acceso a internet fue lo que marcó el alejamiento de la función puramente del juego virtual para acercarlas a otro tipo de actividades lúdicas.

Sí, pocos años después del boom de la Nintendo 64, las videoconsolas se usaban, además de para jugar en línea, para ver películas, escuchar música, chatear por internet, buscar información en la red… y visitar páginas porno. Quizá te resulte curioso saber que tras varios estudios, se haya llegado a la conclusión de que ver porno en la consola es la principal actividad que realizan todos aquellos que poseen una. Después de la calidad de los videojuegos, del entretenimiento que supone jugar con un montón de compañeros o de antagonistas de forma online, e incluso de participar en campeonatos a nivel mundial gracias a internet, la gente prefiere seguir con su ocio en privado. ¿Y de qué tira? Pues del porno online, está claro.

Los videos sexuales a los que se puede acceder gracias a los navegadores de las videoconsolas actuales tiene una calidad de visión óptima, como podrás imaginar; y no solo eso, sino que la velocidad del internet actual y su ancho de banda permiten descargas de streaming en tiempo record. Ahora, habría que averiguar si con estos atractivos, los verdaderos frikis de los videojuegos serían capaces de abandonar su actividad para cambiarla por convertirse en consumidores de porno xxx. Según todos los estudios, es así, y a partir de ahí las videoconsolas actuales, con todas sus avanzadas tecnologías, no serían más que otro dispositivo online donde la pornografía se coonvierte en el producto estrella.

Comprenderás maldita la gracia que les hace esto a los creadores de las videoconsolas más desarrolladas del mundo (evitemos las marcas, pero todos las conocemos). Siempre hay pique entre ellas, pretendiendo llevarse la mayor cuota de mercado, sobre todo en estas épocas navideñas, para coronarse como la reina de las ventas. Por eso, se entiende que tras dejarse la pasta, los esfuerzo y hasta los cuernos en ideas revolucionarias y campañas de marketing, se vean abocadas todas por igual a ser un simple medio para ver videos porno online. Que, para colmo, suelen ser gratuitos, gracias a la multitud de webs xxx que ofrecen este producto. Pero, en fin, es lo que tiene apuntarse al carro de internet: el entretenimiento para adultos es el rey, y mucho nos tememos que ni el mejor videojuego de la historia puede desbancar a un poco de porno gratis, ¿qué opinas?

El mercado de los videojuegos eróticos aún no se ha desarrollado lo suficiente, lo cual es una pena, creo yo. Sería una buena salida, que por supuesto contaría con un montón de voces contrarias; aunque eso, en estos días, suele ser lo de menos si es lo que pide el público.